Antes de abordar las modificaciones en el sistema reproductor durante el embarazo, comentaremos que, la gestación conlleva determinados cambios físicos perfectamente compatibles con la salud.
El Útero: aumenta de 500 a 1000 veces su capacidad. Pasa de pesar 60 grs. a 1000 grs. al termino del embarazo. Así mismo, existen importantes cambios en su vascularización, tanto en la red arterial como venosa.
Las paredes uterinas son bastante más gruesas durante el primer trimestre de embarazo. Tras el tercer mes, la musculatura comienza a distenderse; de esta manera, al final de la gestación, el grosor ha disminuído hasta los 5 mm o, incluso, menos.
En el Cuello Uterino: se produce un moco denso y muy adherente, el cual, se acumula y espesa para formar el tapón mucoso. Éste sella la vía endocervical impidiendo el paso de bacterias u otras sustancias hacia el útero. El tapón es expulsado en el momento que comienza la dilatación cervical.
El útero, que durante la gestación aumentó de tamaño unas 30-40 veces, vuelve a sus condiciones normales, por un proceso llamado involución uterina. Al principio del puerperio tiene unos 20 cm de largo, 12 cm de ancho y un espesor de 8-9 cm. El espesor de la pared del cuerpo es de 4-5 cm. Después de pocas horas del parto, el fondo del útero sube al nivel del ombligo, para volver a bajar a su posición normal después de pocos días.
Modificaciones en los ovarios (puerperio)
El cuerpo lúteo gravídico en los ovarios desaparece. El sistema hormonal vuelve gradualmente a las condiciones que permiten una nueva ovulación.
El período de reanudación de la ovulación y, consecuentemente, de la menstruación, varía notablemente:
- en la mujer que no amamanta, después de unos 40 días (75% de los casos)
- en la mujer que amamanta, experimenta un retraso (amenorrea de la lactancia) variable (25% de los casos), que puede durar toda la lactancia; raras veces también puede durar más allá del destete, a causa de un hiperinvolución del útero.
La Vagina: tiene mayor elasticidad y se incrementa la secreción glandular (flujo). Éstas son de color blanco, espesas y de reacción ácida. Pueden propiciar las infecciones micóticas (hongos), aunque previenen la invasión de microorganismos patógenos.
La Vulva: presenta edema, incrementándose su pigmentación y vascularización. En muchas ocasiones, aparecen varices vulvares que deben ser controladas ya que, pueden romperse en el momento del alumbramiento.
Las Mamas: incrementan su tamaño para la preparación a la lactancia. Son visiblemente prominentes las venas superficiales al finalizar el segundo mes. Aumenta la pigmentación de la areola y los pezones son más eréctiles.
No debemos de olvidar que, durante la gestación pueden desarrollarse estrías y que, al finalizar el último trimestre de embarazo, es frecuente la secreción de un líquido amarillento.
Elaboró: Oscar Aviléz Valdez.
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